“Cuando más escrupulosamente ha respetado [el fotógrafo] la independencia y la autonomía de su temática, y cuanto más se ha aproximado a ella en lugar de atraerla hacia él, más se ha incorporado su propia personalidad a asus fotografías”. Brassaï
A lo largo de años he sido testigo, en mis paseos cámara analógica en mano, de cómo el tiempo fue dejando de forma inexorable su huella en pueblos y aldeas de la Galicia rural, castigada por la cruel realidad de la emigración. Y así surgió Esquecementos, una imagen retrospectiva de tiempos pasados en los que anidaron el abandono, la pérdida y el silencio. Hoy aquellas vivencias vuelven a resurgir, mostrándose tal cual sucedieron y las dejaron otras gentes desde el olvido...
Este trabajo recoge lugares, interiores, enseres e incluso intimidades en forma de retratos o escritos de antepasados, en los que algún visitante puede reconocer parte de su pasado familiar. Es notoria la total ausencia de gentes en las tomas, porque esas personas ya no están, buscaron otras vidas lejos y ya nunca regresaron a sus raíces. Aquí solo permanecen aquellos recuerdos que les pertenecen y que he querido registrar antes que se pierdan. Esquecementos son miradas y mensajes que intento mostrar y trasmitir tal cual los he visto.
“Cuando busco la mejor luz, encuentro la mejor poesía”. Carlos Teijeiro
Carlos Teijeiro
Nacido en Pontevedra en 1948, Carlos Teijeiro no descubre su pasión por la fotografía hasta hace unos quince o veinte años. Compaginando este gran interés con su labor profesional en Sanidad, en la rama de Enfermería, realiza su primer trabajo fotográfico durante una mision humanitaria en Albania en 1999: Imágenes, desarrollado en el Campo de Refugiados de Hamallaj en pleno conflicto albano-kosovar de los Balcanes.
Fija su residencia habitual en Madrid incorporándose como miembro a la Real Sociedad Fotográfica de Madrid en la que, habitualmente, muestra sus trabajos fotográficos especialmente dedicados a esta ciudad a la que le tiene tanto cariño. Muestra de ello fue su exposicion del año 2015, Solamente eso... fotografías, en la que mostraba el día a día de sus gentes y costumbres como parte integrante de la ciudad y son reflejo de la vida misma.
Desde hace unos años, trabaja tanto con la fotografia digital como con la analógica, siendo esta última con la que más se identifica. Precisamente es el trabajo analógico el que marca este trabajo, Esquecementos, sobre su tierra, Galicia y sus aldeas y casas abandonadas, en las que el tiempo se ha detenido y en su interior solo anidan los recuerdos y el olvido...
Entre otros trabajos, destacan: Anden cero, sobre el metro de Madrid; Inmigración; mi nombre es Nadie, basado en el flujo de inmigrantes llegados en la década del 2000-2010; Lavapiés, distrito norafricano; Inéditos, sobre personajes del Madrid oculto, en el que se plasman miradas y sentimientos tal como emergen de sus protagonistas. También la modalidad del paisaje llena una larga andadura a través de los Parques Naturales con su colección de diapositivas en Luces del Pirineo.
